Asombrado. Perplejo.

Que el Presidente de la AFA sugiera el nombre de Guardiola para la DT del seleccionado nacional a esta altura parece una burla más a aquellos que tenemos todavía más de dos dedos de frente. Y que el tema sea llevado a debate por los programas deportivos del establishment demuestra una vez más la connivencia entre el “jeque” y sus obsecuentes. Nadie medianamente serio puede deslizar el nombre de un entrenador sustituto para reemplazar a un cuerpo técnico que, hasta donde se sabe, está en sus funciones. Agrego: nadie en su sano juicio puede aventurar que Guardiola, el DT de Barcelona, equipo que combina buen juego con éxitos deportivos, puede ser entrenador del seleccionado con esta conducción cuyas principales acciones y logros en el seleccionado y en los clubes de primera división en los últimos tiempos han sido boicotear y derrumbar proyectos, introducir y sostener campeonatos cortos que acentúan la decadencia del futbol argentino, promover la formación de juveniles con la mentalidad de “triunfar” en el exterior, trabajar la preparación física nunca en función de cuestiones futbolísticas como ser mejoramiento de las técnicas, condicionar y a la vez condenar a los entrenadores que cuestionan el sistema dominante decadente actual, proscribir al seleccionado a técnicos cuyos equipos fueron exitosos y vistosos en el juego por cuestiones personales y mofarse de denuncia de irregularidades en campeonatos como el de 2001 y 2009, entre otros.
Por más deseos que manifieste el Sr. Grondona, lo verídico es que el como principal boicoteador de proyectos no puede, a esta altura del partido, hablar de “proyecto”. Porque en realidad el mejor proyecto que puede proponer para sanear el futbol argentino desde mañana mismo es su renuncia al cargo así como la de muchos de los obsecuentes que lo secundan.